domingo, 25 de octubre de 2009

ENSAYO DE WINSTON MORALES CHAVARRO

Sab o el alma romántica en América

Winston Morales Chavarro

Profesor Comunicación Social

Universidad de Cartagena.


Sab, de Gertudris Gómez de Avellaneda (Cuba, 23 de marzo de 1814), puede considerarse no sólo una de las novelas más auténticas del romanticismo hispano, sino también un documento histórico que cuestiona el fenómeno incongruente e inhumano de la esclavitud.

Se constituye en la primera obra de ficción abolicionista (antecede en once años a Beecher Stowe – la Cabaña del Tío Tom-) y una de las primeras en conjugar recursos narrativos (punto de vista omnisciente, diálogos, forma epistolar, monólogos dramáticos, etc.) poco frecuentes en las literaturas contemporáneas del momento:

Soy solo en el mundo: nadie llorará mi muerte. No tengo tampoco una patria que defender, porque los esclavos no tienen patria; no tengo deberes que cumplir, porque los deberes del esclavo son los deberes de la bestia de carga, que anda mientras puede y se echa en tierra cuando ya no puede más... (Sab, Pág. 232).

Su mérito consiste no sólo en el hecho de repudiar la esclavitud, algo que la calificaría de demagoga o populista, teniendo en cuenta la representación que tendríamos de los esclavos en aquellos tiempos, sino en los múltiples subtemas que aborda en su narrativa: El amor, la esclavitud, el asunto de la raza, lo indígena (esto le da la categoría de novela indigenista?), lo legendario y la condición humana en todas sus variantes, lo que garantiza en la autora un manejo absoluto de los imaginarios sociales, políticos, económicos y culturales, y no sólo una vocación literaria ni una espontaneidad narrativa que la califique como una gran escritora.

Sin lugar a dudas la Avellaneda se mueve por diferentes explanadas y cartografías y esto se refleja tanto en su pensamiento crítico como en su alma romántica y poética, algo que se manifiesta en la consecución de un mapa simbólico que esta representado de la siguiente manera:

Carlota: Alma romántica-Cuerpo poético

Sab: Esclavitud + amor = libertad

Martina: lo indígena

Teresa: La posibilidad de cambio, la catarsis.

Enrique y Jorge: la antitesis de lo romántico, lo antípoda al ideal de nación.

La naturaleza: la tradición y lo legendario. El ambiente espacial y temporal.

Es esa capacidad de mezclar diferentes realidades lo que la eleva a la categoría de gran escritora (un espacio reservado por aquel entonces a los hombres) y es esa misma capacidad lo que la convierte en una de las figuras más descollantes de las letras del siglo XIX -contemporánea a Víctor Hugo, Balzac, Stendhal, Flaubert y Verne- quien discute, a través de su poesía, su obra dramática y sus novelas, la vida trivial de la burguesía (modelos, Jorge y Enrique) y plantea esperanzas utópicas para un continente que nace (paradigmas, Sab y Carlota).

Pese a ser una escritora formada en gran parte -sólo en gran parte- en España, no puede desconocerse por esto la presencia del ambiente caribeño en sus búsquedas literarias, lo que la catequiza en una narradora innovadora, fresca y un tanto exótica para las narrativas hispánicas decimonónicas.


sábado, 29 de agosto de 2009